La región chaqueña, que abarca principalmente las provincias de Chaco, Santiago del Estero y Santa Fe, presenta condiciones ecológicas favorables para el desarrollo y expansión de hormigas cortadoras de hojas. Esta plaga representa una amenaza significativa para sistemas ganaderos, agrícolas y forestales. La magnitud del daño depende de la densidad de hormigueros y del uso del terreno, afectando de forma directa la productividad y el rendimiento económico.

Impacto productivo
Las hormigas cortadoras reducen la receptividad de los campos ganaderos al consumir grandes cantidades de pasto, llegando a provocar la pérdida de toneladas anuales de forraje. En agricultura, generan fallas de implantación y reducción del rendimiento por corte o defoliación de cultivos como soja, girasol, maíz y hortalizas. En forestaciones, los daños se observan principalmente en rebrotes tiernos de eucaliptos durante los primeros meses y en pinos hasta los tres años de edad.

Especies predominantes
Entre las especies más frecuentes y perjudiciales en esta región se destacan:

  • Atta vollenweideri (hormiga Isaú): Forma hormigueros visibles, con túmulos grandes y múltiples bocas. Cada nido puede remover hasta 30 toneladas de tierra por hectárea, afectando la estructura del suelo y compitiendo por espacio y recursos.

  • Acromyrmex lobicornis: Hormiguero cónico cubierto con vegetación seca y palitos. En primavera corta hojas verdes de alto valor nutritivo y en otoño recolecta broza. Su aporte anual de biomasa vegetal al nido supera los 8,5 kg.

  • Acromyrmex lundi (hormiga negra común): Nidifica en la base de árboles, sin túmulo visible. La entrada principal suele estar rodeada de palitos secos. Presencia común en zonas arboladas, con varias bocas alejadas de la honguera.

Sistema biológico y alimentación
Estas especies no consumen directamente el material vegetal recolectado. En su lugar, lo utilizan como sustrato para cultivar un hongo simbiótico del cual se alimenta toda la colonia. Este sistema requiere condiciones precisas de temperatura, humedad y protección, lo que vuelve vulnerable a la colonia ante interferencias en el proceso fúngico.

Estrategias de control recomendadas
Para lograr un control eficiente, se recomienda aplicar cebo granulado de alta palatabilidad en combinación con estrategias adaptadas a la ubicación y tipo de infestación:

  • Aplicación en senderos: Colocar el cebo en los caminos activos, próximos a las bocas del hormiguero, sin obstruir las entradas.

  • Aplicación en banda: Cuando el foco se encuentra en la periferia del lote, aplicar al voleo en una franja de 10 a 15 metros de ancho en el perímetro.

  • Aplicación dirigida: En trasplantes forestales o frutales, colocar cebo en la base de cada planta.

  • Aplicación en cobertura: En situaciones de infestación generalizada, distribuir el cebo de forma homogénea en todo el lote.

Es importante destacar que el cebo puede aplicarse en condiciones de humedad, con rocío o incluso antes de lluvias, sin pérdida de efectividad.

Solución recomendada
CIBUS H es un cebo granulado formulado específicamente para hormigas cortadoras. Su alta palatabilidad, persistencia y resistencia a condiciones adversas lo convierten en una herramienta efectiva para el control profesional, tanto en entornos agrícolas como forestales.

Contacto técnico
Para mayor información sobre uso, dosificación y recomendaciones específicas según zona y cultivo, contactarse con el equipo técnico o acceder a la ficha del producto.